Son muchos los propietarios que tienen miedo a alquilar su casa frente, no ya a posibles impagos de la renta, sino también a los destrozos que pueden encontrar en ella cuando se da una situación de morosidad, y además nos topamos con un inquilino problemático. Pedir una fianza mayor no supone garantía frente a los auténticos profesionales de vivir por la cara, y realizar una consulta el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) es la mejor opción para detectarlos.
Tener una casa vacía frente al miedo a alquilar tiene numerosos costes que en la mayoría de las ocasiones pasan inadvertidos: impuestos, cuota mínima de los suministros, la comunidad de vecinos o el seguro de hogar, aparte de que una casa vacía se deteriora más rápidamente. Todos estos conceptos suman de media más de 2.200 euros al año. Entonces podemos llegar a la conclusión que siempre es mejor alquilar en condiciones que cerrar una vivienda a cal y canto.
Siempre podemos asegurar que la intermediación de un agente inmobiliario da mayor garantía, puesto que este realiza un filtro previo basado en su experiencia y ojo clínico, aparte de pedir contrato de trabajo y tres últimas nóminas. Esto se produce cuando se trabaja con una agencia de confianza y en exclusiva, ya que está velará por nuestros intereses como si fuera su propia casa la que pone en alquiler y su reputación va en ello. En caso de trabajar con muchas agencias, cosa poco recomendable por muchos motivos, lo que conseguimos es que alguna de ellas meta a cualquier persona en nuestra casa a la primera de cambio, con tal de asegurar sus honorarios y no se tomen las debidas precauciones.
Un seguro de alquiler de impagos es otra opción válida aunque tiene un coste que ni propietario ni inquilino quieren asumir. Algunos cubren posibles impagos (con franquicia del primer mes) y costes judiciales e incluso desperfectos que se puedan ocasionar. Lo cierto es que a un inquilino solvente, que tiene un puesto de trabajo fijo y buena nómina, que ofrece una fianza dentro de la ley de uno o dos meses, le suele molestar mucho esta desconfianza y no aceptar suscribir un seguro.
Solicitar una fianza de 6 meses no es la solución, puesto que no es la primera vez que alguien entrega grandes cantidades de dinero en efectivo como garantía por adelantado y posteriormente se atrinchera en la casa sin pagar ninguna mensualidad más. ¿Qué podemos hacer para evitar esto? Una opción intermedia es consultar el Fichero de Inquilinos Morosos, un registro que almacena datos de morosidad gracias a la colaboración de profesionales inmobiliarios, particulares y sentencias judiciales. Un agente homologado FIM realizará una consulta que permitirá conocer a tu posible inquilino antes de que se instale en tu casa. Esto quiere decir que, si esa persona con la que estás hablando tiene algún impago, podrás saberlo antes de que te la juegue a ti también. De esta forma podrás estar prevenido ante esta difícil situación, mientras que el seguro impago alquiler solo podrá actuar cuando el inquilino ya haya cometido la infracción. Además en el caso hipotético de que nuestro inquilino posteriormente llegase a dejar de pagar la primera mensualidad, tendrá la amenaza de incorporarse automáticamente a este fichero, por lo que evitará esta situación, regularizando el pago o dejando la vivienda libre.
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