El árbol de Navidad y el Belén se han convertido en dos elementos básicos de decoración en los hogares o comercios que disfrutan del espíritu navideño. Normalmente aprovechamos el puente de la Constitución para decorar la casa ¿Pero cuál de los dos es el más generalizado?
Portal de Belén
El Belén de Navidad, también conocido como Pesebre, es una de las tradiciones navideñas con más arraigo en España. Las figuras centrales son María y José a quienes acompañan pastores, la estrella de Belén, ovejas, una mula y un buey. Si queremos ser puristas, el 24 se incorpora la figura de Jesús y por último el seis de enero los Reyes Magos.
El origen más difundido de esta tradición cuenta que San Francisco de Asís un 24 de diciembre de 1223 predicaba en Italia, y sintió la revelación de que “cualquier tierra podía ser Belén” si las personas sentían en su corazón el deseo de venerar ese momento y recrearlo. De esta forma en una granja, se representó el “primer pesebre viviente”.
Árbol de Navidad
La historia del árbol de Navidad viene del ancestral culto a los árboles y se remonta a la edad media, durante el siglo VIII un sacerdote llamado Bonifacio, obtuvo por parte del Papa la misión de evangelizar a pueblos germanos de costumbres paganas. Entonces los árboles se adornaban con velas que representaban la luz de Jesucristo, y con manzanas que simbolizaban el pecado original y las tentaciones.
El Árbol Navideño de Gubbio, con sus 750 metros de alto por 450 de ancho, es el más grande del mundo y figura en el libro Guinness de los Récords. La costumbre o el espacio que haya en casa son muy importantes a la hora de decantarse por uno u otro, aunque la combinación de ambos se ha extendido rápidamente por los hogares españoles.
El árbol con un 50% de los españoles es el favorito en la decoración navideña, por delante de las luces de navidad (20%) y en último puesto encontramos el Belén (13%).