El estilo nórdico o escandinavo en la decoración de un hogar sigue siendo una tendencia duradera, hace ya más de 20 años que IKEA aterrizó en España, y sigue fresco y actual.
El objetivo de la decoración nórdica es transmitir paz, relajación a través de colores neutros y sosegados, con unas formas muy marcadas y geométricas, donde el orden de los elementos y la iluminación son claves.
El objetivo es multiplicar la claridad para aprovechar al máximo la luz, por lo que quedan terminantemente prohibidas las telas tupidas en cortinas, incluso se pueden dejar desnudos los ventanales de casa. Los tonos oscuros en suelos, paredes y muebles, es decir, en superficies grandes, no son habituales por la misma razón.
Estilo nórdico
Presente en paredes, muebles, complementos, e incluso en el suelo, se hace uso (y abuso) de él en su tono más cálido. Es habitual que convivan con él el beige y el gris. Los toques de color se añaden mediante los complementos, los textiles, las lámparas o incluso los cuadros.
La calidez de la madera
Omnipresente no sólo en suelos, paredes y muebles, sino también en todo tipo de complementos, desde portavelas hasta accesorios de mesa. Las variedades más habituales vuelven a ser las claras, como el haya o el abedul. Orientado a atraer la luz en casa y a crear espacios más acogedores y envolventes.
Muebles funcionales
Sencillos y de líneas rectas y depuradas, combinadas con suaves curvas y líneas orgánicas. El objetivo es lograr un ambiente diáfano y espacioso, sin artificios innecesarios que rompan la armonía lograda. Lo práctico se impone a lo estético. Pocas piezas pero con sentido, rozando el minimalismo.
Ecléctico
Se trata de mezclar… y acertar Aunque la madera suele ser el material estrella del estilo nórdico, es habitual combinarla con otros con el fin de crear un espacio más personal y vivido. Incluir elementos industriales, piezas antiguas o más color en la decoración son algunas de las características que se han incorporado en los últimos tiempos.
Materiales naturales
Lo natural se impone en el estilo nórdico, y los textiles no son una excepción. El lino, la lana y el algodón nunca faltan en las casas escandinavas, aunque también aparecen las pieles en plaids y cojines, sobre todo durante los meses de riguroso invierno. Lo importante es envolverse de texturas naturales, abrigadas y gustosas que nos hagan sentir a gusto en casa.
Acogedor
Lo personal invade las casas nórdicas, creando ambientes más familiares, acogedores y vividos. Fotos de la familia o de viajes, una colección personal, una composición de láminas o cuadros… La velas tampoco faltan ya que aportan un plus de calidez y crean una atmósfera más envolvente y con un matiz mágico.
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